Estados Unidos es una nación con una historia profundamente marcada por la inmigración. A lo largo del tiempo, millones de personas han dejado sus países de origen para establecerse en territorio estadounidense, en muchos casos huyendo de la falta de oportunidades económicas en sus naciones de origen. Su objetivo principal es encontrar mejores condiciones de vida y empleo. Sin embargo, los inmigrantes indocumentados enfrentan desafíos como la falta de acceso a ciertos derechos, salarios bajos y, en ocasiones, discriminación por parte de algunos sectores de la sociedad.
El estatus de indocumentado en Estados Unidos se refiere a aquellas personas que residen en el país sin haber sido admitidas legalmente o sin contar con un permiso de ingreso válido. Esta categoría abarca a quienes:
- Ingresaron sin documentación (EWI – Entry Without Inspection): Son personas que cruzaron la frontera sin pasar por un control de inspección o evadiéndolo, lo que impide obtener la autorización necesaria para ingresar legalmente a Estados Unidos.
- Excedieron el tiempo de estancia autorizado: Se trata de quienes ingresaron al país de manera legal con visas de turista, estudiante u otro tipo, pero permanecieron en el territorio estadounidense después de la expiración de su estatus migratorio.
- Tienen DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia): Este programa otorga protección temporal contra la deportación a ciertos jóvenes que llegaron a EE.UU. siendo niños. Sin embargo, si no son elegibles, no renuevan su estatus o el programa se suspende, podrían pasar a ser considerados indocumentados.
- Están en proceso de regularización: Personas que buscan obtener un estatus migratorio legal a través del matrimonio con un ciudadano estadounidense, una petición de asilo, un ajuste de estatus u otros procedimientos legales.
Aunque la falta de documentación es una violación de las leyes migratorias, no constituye un delito penal por sí misma. No obstante, reingresar al país sin autorización después de una deportación sí es considerado un delito federal.
Es importante destacar que, pese a no tener un estatus migratorio regularizado, las personas indocumentadas aún cuentan con ciertos derechos protegidos por la Constitución de EE.UU., como el derecho al debido proceso y la protección contra registros e incautaciones arbitrarias. Además, tienen derecho a recibir educación pública, atención médica de emergencia y algunas protecciones laborales contra el abuso y la explotación. Asimismo, deben cumplir con las normativas fiscales y declarar sus ingresos, incluso sin contar con un estatus migratorio legal.